La vida siempre te lleva por mil caminos, pero siempre te deja en donde debes estar. Para mí llegar a Dr. Sonrisas ha sido una bendición, ya que he tenido experiencias que la verdad en ningún lado he tenido, porque en Dr. Sonrisas vives la magia de cada sueño y actividad con los pequeños.
Uno de los programas de la fundación, que es el que más me emociona, es cuando cumplen los sueños. Cada sueño que la fundación me ha permitido compartir con los pequeños me han dejado muchas enseñanzas y a darme cuenta de que LOS SUEÑOS SÍ SE HACEN REALIDAD.
El primer sueño al que fui cambió mi vida completamente porque acompañé a 4 chiquitos a conocer el mar. Desde el momento en que subimos al avión empezó el sueño porque la tripulación y varios pasajeros se pusieron la nariz azul de Dr. Sonrisas recibiendo con aplausos y buenos deseos a los pequeños.
Los 4 días que estuvimos en la playa fueron increíbles porque los chiquitos le dan ese toque mágico a las cosas y hacen que vuelvas a ser niño como ellos. Porque platican, juegan y se ríen contigo como si tuviéramos la misma edad. Al final del viaje todos parecíamos una gran familia.
Después del viaje los volví a ver el Día de la Sonrisa y es muy bonito cómo te abrazan y sobre todo que te digan: “Muchas gracias por haber sido parte de mi sueño, fue una experiencia que nunca olvidaré”. Hay veces que nosotros realizamos actividades con mucha frecuencia y no nos damos cuenta del privilegio que tenemos de realizarlo.
Me tocó conocer a una pequeña que su más grande sueño era ir al cine, les juro que se me hizo un nudo en la garganta cuando vi su carita llena de emoción al descubrir que estaba en el cine, ella no se había dado cuenta de donde estábamos porque no era una sala común, nos encontrábamos en una sala que tenia juegos y un tobogán que podían usar los niños en los comerciales y en el intermedio que les dan para jugar.
Toda la película fue risa y diversión, cuando salimos de la función me dijo: ¡Muchas gracias, este era mi mayor sueño, por estar internada en el hospital había perdido una oportunidad de venir al cine y hoy que ya pude venir me hizo muy feliz!
Los chiquitos me han enseñado que nunca tienes que rendirte a pesar de las barreras que te ponga la vida en el camino, si tropiezas tienes que volverte a levantar y sonreírle a la vida.
A todas las personas que les ha llamado la atención el voluntariado, no duden e intenten vivir una experiencia nueva. Yo en cada visita, actividad y sueños los veo como mi motor para seguirle echado muchas ganas a mi carrera.
No hay que dejar que se pierda la empatía a veces una palabra de aliento y apoyo es lo que necesitamos todos. Muchas gracias a Dr. Sonrisas por dejarme ser parte de esta hermosa familia en la que conocido personas increíbles con un corazón enorme a los que considero grandes amigos.