Como inicio, me gustaría mencionar que la pandemia no se trata de un proceso emocional lineal, no es sólo un ciclo. Es la suma de altas y bajas dependiendo de la etapa en la que nos encontremos. Al inicio comenzó siendo un cambio radical en el estilo de vida que llevábamos, una serie de cambios y pérdidas se fueron sumando. Y al ser un suceso tan repentino, nuestra mente requirió de tiempo para ir adaptándose y resolviendo situaciones que se llegaron a presentar.
Puedes estar aún en un proceso de adaptación al cambio cuando ya se viene una nueva etapa en la que te piden que regreses a trabajar o la comunidad te demanda que inicies de nuevo ciertas actividades y es ahí donde emocionalmente el proceso vuelve a iniciar. Ya que de nuevo le ordenamos a nuestra mente que ejecute ciertas acciones que generen que cumplamos con las demandas del mundo externo. Sin embargo, rara vez nos detenemos a observar cual es el efecto de estos cambios y nuestro nivel de exigencia. Si a esto le sumamos que en estos meses has tenido que lidiar con la pérdida de un ser querido o desequilibrio en áreas de tu vida sea la económica, familiar, laboral, social o de salud, el camino se puede complicar aún más.
Es importante poder re-significar el tema del estrés y la ansiedad ante la emergencia sanitaria y la “nueva normalidad”. ¿A qué me refiero con esto?Se trata de evaluar el efecto conductual, afectivo, somático, interpersonal y cognitivo de las demandas generadas por la pandemia con el fin de poder determinar la respuesta normal ante un hecho anormal.
Es importante reconocer cuales en este momento están siendo tus estresores para poder tomar acción en ellos desde la validación de tus emociones y las posibles soluciones a lo que actualmente te pueda estar quitando el sueño. Está bien no sentirse bien todo el tiempo, observar nuestra montaña rusa emocional y saber en qué momento nos encontramos; sin embargo, si detectas que cada vez te cuenta más trabajo levantarte y continuar con tu día a día, siéntete con la confianza de pedir ayuda, sea de familiares, amigos, pareja o de un especialista. No tenemos que esperar a que sea un problema para comenzar a manejarlo.
Psic. Rossy Aguilera V. Psicoterapeuta Racional Emotivo Conductual